Kintsugi: jarrones rotos 2.0

¡Ep!

¿Qué tal? ¿Como va eso?

Esta semana  voy a irme por otros derroteros. Porque de una forma u otra, está bastante relacionado con el tema de hoy y además, la casualidad (o causalidad además) se alineó de tal forma para que se gestara este escrito para hoy. 

Cual jarrón caí, y cual jarrón vuelvo a lo mío. 

¿ Kintsu-qué? ¿Eso no era un cuchillo?

Me voy a respaldar directamente y sin esconderme en la Wikipedia, que lo explicará mejor que yo:

Kintsugi (en japonéscarpintería de oro) o Kintsukuroi (en japonésreparación de oro) es una técnica de origen japonés para arreglar fracturas de la cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oroplata o platino. Forma parte de una filosofía que plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto, y que deben mostrarse en lugar de ocultarse, incorporarse y además hacerlo para embellecer el objeto, poniendo de manifiesto su transformación e historia.

Bien podemos extrapolarlo a las personas, verdad?

Pepiño arreglando el bol de sopa | Photo by Motoki Tonn on Unsplash


El por qué de esta entrada. 

Esta entrada está inspirada en una conversación con el lector del blog Kromshadows (va por ti!). 

Tuvimos una conversación vía Whatsapp (espero que algún día sea por un café mediante) hablando de conceptos japoneses tales como el Kaizen, el Ikigai y otros no tan japoneses, como el método Pomodoro, cuando salió a colación este interesante vocablo. 

Creo, a riesgo de equivocarme, que podríamos asociar este concepto a la bonita palabra resiliencia, que no es otra cosa que capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas (y no tan así, yo diría más bien desfavorables). Seguro que alguien habrá leído sobre ello en el libro Antifrágil de Nassim Taleb, yo todavía no...debo confesar que tengo El cisne negro a medias. 

Sabiduría maternal.

Es un hecho conocido, no es necesario que lo diga yo ahora, que la vida no para, y que nos golpea sin parar. Mi madre siempre suele decirme: "Dios aprieta pero no ahoga". Y yo, que soy un poco más canallesco y tengo una relación lejana con J.C aka Yisus, prefiero decir: "Ahoga pero no te mata, el muy cabrón". 

Resiliencia en la época de los "ofendiditos".

Actualmente vivimos tiempos extraños sembrados de incertidumbre y, cada uno en su vida, afronta cosas que lo marcarán en mayor o menor medida y saldrá adelante indemne o con secuela. 

No pretendo decir que haya que ser un libro abierto con todo el mundo, pero sin duda diría que no es necesario esconder ciertas heridas si ya las hemos superado. 

¿Hemos hecho las paces con nosotros mismos? Entonces no hay nada que esconder. 

Al igual que el guerrero que ha luchado en innumerables batallas y acumula heridas, hay heridas que no precisan ocultación, es más, representan un orgullo el dejarlas a la vista, pues quiere decir que hemos sobrevivido a lo que trató de quebrarnos y mejoramos gracias a ello.

Me gusta pensar que la vida es como navegar en medio de una tormenta, prepárate para sujetar bien los cabos y espera a que la jarcia y velamen aguanten.

Conclusión: la puntilla final. 

Permítete romperte en el caso que ocurra. Eso sí, una vez acontecido esto, recoge los trozos y vuelve a recomponerte. Muchos piensan que lo roto una vez ya no sirve, recuerda el kintsugi: no solo sirve, sino que además, ha mejorado

Otra frase que suele decirme mi madre en momentos adversos es: "Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros". Tal vez te guste más lo de "lo que no te mata, te hace más fuerte". 

Debe ser por la épica que esconde, me gusta mucho la primera. 


¿A qué esperas? Coge tu espada y abalánzate sobre el enemigo. 


Comentarios

  1. ¡¡¡Fantástica la entrada, como siempre!!! Me encanta el hecho de pensar que algo roto no sólo sirve, sinó que ha mejorado.
    Gracias por hacer de los domingos a la mañana un momento de reflexión.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Profisional!

      Y gracias por tus buenas palabras, servidor hace lo que puede. Creo que algo una vez roto puede mejorarse, sin duda, ofrece la posibilidad de ensamblarlo con mejoras (y creo que las personas gozamos de una plasticidad asombrosa, de adaptarnos a lo que viene).

      Me gusta pensar que doy pie a reflexionar un poco ni que sea, tampoco puedo ponerme más serio con ello o extenderme, parece que los blogs forman parte del jurásico y el ritmo de vida actual no da mucho pie a levantar el pie del acelerador. Pero ya sabes, mi querido amigo, que soy un poco "un rebelde sin causa". Así que espero seguir por este camino. :)

      Eliminar
  2. Me gusta que sea un post un poco más largo.
    Sabía de oídas aquello de reparar los jarrones con oro pero no tenía idea de la filosofía que esconde, termino de comentar y me voy a leer si respecto.
    Hablando de leer, lo de Antifragil es totalmente recomendable.

    Un abrazo Chemín.
    No hago el comentario más largo porque ya terminé de defecar, ya sabes, este blog tiene el honor de ser mi lectura de trono dominguera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Quiroz!

      En eso coincidimos: a mí también me gusta que sea un post algo más largo. Ciertamente me gustaría que lo fueran más todos, pero entonces poca gente me regalaría unos pocos de sus preciados minutos en leerme. Y aunque esto sea principalmente como una especie de "journaling" que dicen los modernos y es para mí, al final quiero que le pueda servir a alguien más.

      Anoto en pendientes Antifrágil, te tomo la recomendación.

      Me encanta que esta lectura acompañe tu rato de hacer muñequitos de barro en posición de sentadilla profunda sobre el inodoro, eso sí que es un auténtico honor y un verdadero Juego de Tronos (vaya chiste más malo! xD).

      ¡Un abrazo, papurro!

      Eliminar
  3. El día que está sociedad aprenda a valorar las cosas que no se usan o están rotas.
    Aprenderemos a respetar el medio natural.
    A mi me dicen en Cuba no tiran nada todo tiene arreglo o una nueva vida.
    Por eso es tan fundamental aprender a recuperar los "estropeado".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Anónimo!

      Totalmente de acuerdo con lo que dices y no solo respetaríamos el medio natural, sino que gracias a respetar todo lo demás, éste se vería beneficiado. Un win-win en toda regla!

      Curioso: trabajé con un buen amigo cubano en mantenimiento de barcos que me enseñó en gran parte eso, a reparar todo lo posible. Aunque vivamos en los días de "usar y tirar" todo lo posible, yo prefiero seguir sus enseñanzas y tratar de rescatar todo lo que puedo (durante un tiempo me dediqué a restaurar bicicletas).

      ¡Un saludo y un abrazo!

      Eliminar
  4. Buen post!
    Sin duda alguna cada grieta reconfigura/moldea el "yo" y aporta enseñana para la mente avispada.
    Antifragil no lo conocía! Así que no solo ayudas a reflexionar con tus posts sinó que aportas buenas lecturas (chapó que dicen, jejeje).
    Todo esto me recuerda a otra filosofía japonesa: el wabi-sabi!
    Estos japos tienen nombre 'para todo' jajajajaa

    Un abrazo bien gordo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Kromshadows!

      Y por la idea para la entrada, sin duda.

      Pues sí, lo de leer tiene su miga hahaha. Siempre está bien conocer más libros para engrosar las filas.

      ¿El wabi-sabi no es eso verde que pica como su puñetera estampa? xD

      Un abrazo grande ;)

      Eliminar
  5. Me encanta leerte y quizás este post me ha deleitado mucho más que otros"no por mi mención en él"¡¡déjolo claro!!sino por ser distinto...como el patiro feo😂😂😂.
    Te regalo otra frase para usarla a su debido momento....Dios siempre le da el pan duro,a quién no tiene dientes.😂😂😂.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu respuesta, mi señora madre!

      Sí, éste fue distinto. Me apetecía darle una vuelta de tuerca e irme por otro terreno.

      La del pan duro también me la sé hehehehe.

      ;)

      Eliminar

Publicar un comentario

Puedes comentarme aquí, ten por seguro que lo leeré ;)

Las entradas más leídas