De nuevo con la brújula a cuestas

Este pasado martes, 28 de marzo de 2017, repetí en una actividad que probé no hace mucho y me cautivó desde el primer momento: orientación.
La prueba se disputaba en el lago de Castiñeiras, en Pontevedra, y me inscribía nuevamente en la categoría de iniciación para adultos. A priori, pensé que sería como la anterior, un recorrido corto (que lo fue) que no me llevaría demasiado tiempo (que no fue exactamente así).


Vista del lago de Castiñeiras

Empecé la prueba con el pie izquierdo, coloquialmente hablando, porque soy zurdo. Salía a un ritmo cómodo y encontré la primera baliza sin problemas. Pero la segunda se me atragantó. Después de dar vueltas y vueltas sin sentido durante veinte minutos, el compañero Barbarroja (gracias de nuevo!) me revisaba el mapa y confirmaba mis sospechas (yo no entendía muy bien qué pasaba, ya que soy un novato): había un error en la impresión del mapa y no coincidían el mapa con la información de las balizas.
Mientras el compañero se encargaba durante su "carrera" de llamar a organización, yo volvía a la zona de salida para coger un mapa sin error y empezar de nuevo. Imagino que éstas cosas, como digo a veces, son cosas del directo.

Volvía a salir, pero ya iba bastante desfondado.De nuevo, encuentro la primera baliza rápidamente, me dirigía a la segunda (yendo de memoria), pero para mi sorpresa e ingenuidad, al haber un error de mapa me confié, y la susodicha no coincidía. Así que ya me veo desandando camino y subiendo hacia donde estaba la correcta, porque Murphy es sabio, y cuando tienes que volver atrás, siempre te pondrá pendiente ascendente. 

Zona de salida, sí...otra vez xD
Las siguientes balizas me conciencié de revisarlas en el mapa, pero hubo un par de ellas, si no recuerdo mal la quinta y la sexta, que se me atravesaron de mala manera, perdiendo en ellas hasta veinte minutos para encontrarlas.
Después de éstas dos ya depuré un poco el sistema de mirar mapa, ver la información sobre la baliza en cuestión y marcarme más o menos un rumbo. Ya las encontraba y marcaba con la tarjeta en menos de diez minutos, que para mí fue un logro.

Las últimas balizas me parecían separadas por centenares de kilómetros, ya iba muy tocado de piernas y con la cabeza puesta en la meta. Recuerdo que buscando una de ellas encontré por error una fuente, y oye, la ocasión la pintan calva (que ironía del destino, que diga esto un calvo), pegué un buen trago, respiré hondo y pareció darme la vida o un empujón extra para llegar al final.
No voy a mentir, llegué triturado a meta hahahaha.

Al final, casi 4 kilómetros me llevo hacerlos más de una hora. Podría poner mil excusas: no entrené suficiente el fondo, no sé leer bien los mapas, tengo barba, es que comí mucho... Pero no, fue como fue, es una experiencia más y un aprendizaje. Da igual el resultado, lo importante es moverse y andar asilvestrado por ahí.

Conclusiones de un novato que os pueden servir si probáis alguna vez esto, que para mí es más que recomendable:

1) Mirar mapa bien, información de la baliza y después, si eso, ya corremos o caminamos. 

2) No meterte entre pecho y espalda un platazo de judías pintas...que sí, que están de vicio, pero saborearás la comida durante toda la prueba.

3) Tomarse el tiempo necesario entre balizas para orientarse bien y prever una ruta (este punto es muy similar al primero, pero es esencial).

4) No ser descerebrado y salir a machete desde el minuto cero...más tarde lo pagarás caro.

5) Siempre, siempre, siempre, sé amable con el resto y no está de más saludar y preguntar si todo está bien, nunca sabes cuando te pueden sacar de un aprieto.

Espero poder repetir más veces esto :)




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